El verano está lleno de energía, días largos y experiencias. Con la llegada del otoño, el ritmo de la naturaleza se ralentiza y deberíamos hacerlo con él. Pero el comienzo de septiembre suele ser un reto para muchos: nuevos horarios, una nueva rutina diaria que necesita adaptarse, un montón de actividades nuevas. Todo esto requiere mucha energía. Quizás te sientas cansado y necesites descansar más. Esto no es debilidad, sino un proceso natural. Los días más cortos, el clima más frío y la menor cantidad de sol afectan naturalmente nuestra vitalidad. El comienzo del otoño es una oportunidad ideal para fortalecer el sistema inmunitario y que el cuerpo pueda afrontar bien la próxima temporada de frío.
Cómo se adapta el cuerpo al otoño
Nuestros biorritmos responden a los cambios de luz y temperatura. Nuestros niveles de energía se ven afectados por días más cortos y fluctuaciones de temperatura a lo largo del día: mañanas y tardes frescas con temperaturas tranquilas de verano.

El cuerpo necesita dormir y descansar más, lo cual es su forma natural de protegerse y prepararse para el invierno. En los enfoques tradicionales de la salud, el otoño se percibe como un período de limpieza, propicio para fortalecer las vías respiratorias, la digestión y, por ende, las defensas del organismo.
Fatiga e inmunidad en el cambio de estaciones
Una bajada de energía suele asociarse con la necesidad de más nutrientes del cuerpo para funcionar correctamente. La transición entre el clima cálido y el frío sobrecarga el sistema inmunitario. Por eso es necesario empezar a fortalecerlo durante este período, antes de resfriarse o contraer una gripe. Además, la menor exposición a la luz solar reduce la producción de vitamina D, importante tanto para el sistema inmunitario como para el bienestar psicológico. Si sientes fatiga frecuente, irritabilidad o duermes mal, esto podría ser una señal de que tu cuerpo necesita reponer energía.
Apoyo natural para la salud en otoño
Afortunadamente, existen una serie de sustancias naturales que ayudan a gestionar este período de transición:

Cadera – es una de las fuentes naturales más ricas de vitamina C, que apoya el sistema inmunológico y protege las células del estrés oxidativo.
Vitamina C natural – de frutas y hierbas se absorbe mejor y es más suave para el cuerpo que las formas sintéticas.
Zinc – contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario y ayuda a proteger las células del estrés.
Magnesio – contribuye a reducir la fatiga y el agotamiento, apoya el sistema nervioso y el equilibrio psicológico.
La inclusión regular de estas sustancias en la dieta o su suplementación en forma de complementos alimenticios naturales de alta calidad puede ser La clave para afrontar el otoño de forma saludable y sin agotamiento innecesario.
De nuestros productos podemos recomendar harina de piedra. MITRACELL, que contiene 80 minerales de Paraguay para energía e inmunidad.
Consejos para el reinicio del otoño

- Escucha a tu cuerpo y duerme lo suficiente y con calidad si te sientes cansado.
- Incluye en tu dieta alimentos de temporada ricos en vitaminas y minerales (calabaza, remolacha o boniato).
- Sustituye las cenas frías por sopas de verduras nutritivas que calentarán el cuerpo.
- Tómese un tiempo para caminar por la colorida naturaleza otoñal: el aire fresco y el ejercicio ayudan a su inmunidad y bienestar mental.
- Apoye su cuerpo con suplementos naturales para la inmunidad y la energía.
La desaceleración del otoño no es debilidad, sino sabiduría del cuerpo. Es gracias a la desaceleración que podemos ganar energía y fuerza para la próxima estación seca. Demos a nuestro cuerpo descanso, alimentos de calidad y apoyo natural, y nos recompensaremos con un sistema inmunitario más fuerte y una energía más estable. Gracias a esto, podremos afrontar no solo las fluctuaciones del otoño, sino también todo el invierno con facilidad, sin enfermedades y con bienestar psicológico.
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